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En Busca del Destino es una muy buena película, con grandes actuaciones, un drama entretenido y cargado de emociones.

Will Huntin g - En Busca del Destino

 

El indomable Will Hunting en España, Mente indomable en México y En busca del destino en el resto de Hispanoamérica  es una película de 1997 dirigida por Gus Van Sant y protagonizada por Matt Damon, Robin Williams, Ben Affleck, Stellan Skarsgård y Minnie Driver.

Rodada en Boston, Massachusetts, cuenta la historia de Will Hunting (Matt Damon), un niño prodigio problemático y autodidacta con muchos delitos menores a sus espaldas, que trabaja como limpiador en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). A pesar de sus conocimientos y su capacidad para resolver problemas matemáticos de alto nivel, superando incluso a los académicos, Will debe aprender a enfrentarse y superar su miedo al abandono para poder querer y confiar seriamente en las personas que le quieren y se preocupan por él. Will Hunting es la historia de un hombre que intenta mejorar sus relaciones interpersonales y abrirse a otras personas, tratando de aprender a sacar el máximo partido de su increíble potencial.

La película está dedicada a la memoria del poeta Allen Ginsberg y del escritor William S. Burroughs, ambos fallecidos en 1997.

TRAMA

En un barrio empobrecido de Boston, Will Hunting, de 20 años, vive de forma precaria e incómoda con unos pocos amigos, entre los que destaca su mejor amigo Chuckie, y se gana la vida limpiando suelos en el departamento de matemáticas del famoso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Por las noches, sale y se divierte bebiendo litros de cerveza con sus compañeros y a menudo se mete en peleas callejeras; también tiene muchos problemas para relacionarse con otras personas y, aparte del pequeño grupo de amigos con el que sale, no conoce a nadie más.

Sin embargo, en su tiempo libre, ayudado por una prodigiosa memoria fotográfica, lee muchos libros de todo tipo y posee una vasta cultura en campos completamente diferentes (historia, matemáticas, filosofía, literatura, ciencias, etc.). Sin embargo, el verdadero talento de Will se revela en las matemáticas, que llega a dominar hasta los niveles más altos y sofisticados gracias a su enorme capacidad lógica y de cálculo.

Un día, mientras friega los suelos del instituto, encuentra un problema muy difícil en la pizarra de un pasillo: el ejercicio propuesto fue escrito por el profesor de matemáticas Gerald Lambeau como reto para todos sus alumnos. Muchos chicos intentan resolverlo, pero ninguno lo consigue. Will observa ese problema mientras limpia el suelo y cuando llega a casa después de una noche con sus amigos lo estudia y lo resuelve, escribiéndolo en el espejo del cuarto de baño. Al día siguiente llega antes de que empiece el trabajo en el instituto y mientras limpia ese pasillo completa el ejercicio en la pizarra.

La noticia de que alguien ha resuelto el ejercicio recorre la facultad en un abrir y cerrar de ojos y en la siguiente clase del profesor Lambeau hay mucha gente presente que quiere saber quién es el misterioso genio que ha resuelto el problema. Lambeau dice que no lo sabe y le invita a mostrarse ante el público y cosechar la merecida gloria, pero nadie se presenta. Lambeau decide poner a prueba a esta persona con un nuevo ejercicio mucho más complejo que el anterior: encontrar todos los grafos no homomomórficos compuestos por diez nodos.

Mientras está ocupado escribiendo la solución, Will es descubierto por el profesor Lambeau y uno de sus ayudantes. Al principio los dos creen que sólo está manchando las pizarras y le riñen; él sale corriendo, regañando a los dos, que ni siquiera pueden verle la cara. Entonces el ayudante descubre que el chico ha resuelto realmente el problema.

Mientras tanto, Will conoce a Skylar, una alumna de Harvard, pero es detenido por una pelea callejera. Lambeau le visita y le dice que puede conseguir su libertad siempre que asista a clases de matemáticas y acuda semanalmente a un psicólogo.

Tras burlarse y asustar a muchos psicólogos, Will conoce al Dr. Sean McGuire, con quien, tras un comienzo dubitativo, establece una buena relación, y que estará a su lado en los momentos difíciles. McGuire procede de los mismos orígenes que él, también fue maltratado por su padre y el cáncer mató a su mujer. Para Will, los problemas derivados de su genialidad son mayores que los beneficios, de hecho Lambeau le consigue constantemente entrevistas para trabajos que él rechaza sistemáticamente (en una de ellas incluso envía a Chuckie en su lugar), y esto enciende la ira de Lambeau a la que añade la envidia cuando se da cuenta de que Will progresa increíblemente y que ya le ha superado con creces.

Incluso a su novia, aunque está profundamente enamorada de él, le cuesta aceptar que se vea obligada a estudiar durante horas para obtener malos resultados mientras que él es capaz de hacerlo mejor en poco tiempo (un ejemplo típico es cuando él le propone una cita, ella dice que no puede porque lleva días intentando resolver un complejo problema de química y el plazo se acerca peligrosamente, así que él se va solo a un café y vuelve a ella unos minutos después con una servilleta con la solución del problema escrita). Además, tiene serias dudas sobre su relación, debido a su carácter gruñón y a su incapacidad para abrirse a los demás.

Gracias a la ayuda de Sean, Will comprende que no tiene por qué hacer los trabajos que Lambeau le propone y que no debe desperdiciar la oportunidad con Skylar.

INTERPRETES Y PERSONAJES

Matt Damon: Will Hunting
Robin Williams: Sean McGuire
Ben Affleck: Chuckie Sullivan
Minnie Driver: Skylar
Stellan Skarsgård: Profesor Gerald Lambeau
Casey Affleck: Morgan O'Mally
Cole Hauser: Billy McBride
Scott William Winters: Clark
George Plimpton: psicólogo

 

MI OPINON

Cuando hablamos de esta película, nuestra mente no puede sino volar inmediatamente a una imagen que está fija en nuestro corazón. Fue el 23 de marzo de 1998, en directo desde el Shrine Auditorium de Los Ángeles, en la noche de los Oscar. En medio de lo que fue más un abrazo colectivo que una ovación, un emocionado y tembloroso Robin Williams subió al escenario para recoger la estatuilla al Mejor Actor de Reparto. Apenas podía hablar de la felicidad mientras aferraba entre sus manos el Oscar, que en aquel momento aún estaba lleno de significado, ahora por fin en manos del que fue el actor cómico con más talento de la posguerra y sin duda el más querido.

Hoy, exactamente 27 años después de su estreno en salas, celebrar una de las más bellas películas de madurez de todos los tiempos, uno de los símbolos cinematográficos por definición de los años 90, significa también recordar cómo esta película sigue siendo hoy increíblemente actual al hablarnos de la dificultad de vivir y de vivir con nosotros mismos.

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